Ya tenía su avión pero, igual que los cofundadores de Microsoft y Google, Steve Jobs quería su propio barco, y comenzó a diseñarlo, aunque nunca haya podido verlo navegar. Su viuda, Laurene Powell, y sus hijos, sin embargo, presenciaron el bautizo en su representación. El barco fue construido en los astilleros holandeses de Aalsmeer. La empresa a cargo fue Feadship, la misma que ha realizado trabajos para Henry Ford y Malcom Forbes entre otros multimillonarios.
Ya en la biografía de Steve Jobs que escribió Walter Isaacson, se hablaba de este yate: “Sé que es posible que muera y deje a Laurene con el barco a medias”, decía entonces Jobs, “pero me tengo que mantener activo; si no lo hago, estaría admitiendo que voy a morir”. Así, fue ella quien supervisió la segunda etapa de la construcción del barco, junto con el diseñador Philippe Stark.
En el video vemos el Venus mientras zarpa. Tiene 80 metros de largo y cubiertas alumino y de madera de teca. Muy blanco y, según se dice, sin aditamentos ni detalles innecesarios, en un intento por reproducir la estética Apple. No es de los más grandes del mundo pero aún así es enorme. Nos gustaría tener un vistazo a sus interiores, porque sabemos que Jobs tenía una especie de obsesión por el buen aspecto y la funcionalidad de gadgets y mobiliario.
Yo había imaginado que este yate se vería diferente a lo que nos encontramos en el video y la foto. ¿Qué tanto habría cambiando de haber vivido Steve Jobs para concluir su diseño?
