Incluso para los que no estamos interesados en el futbol, jugar futbolito es de lo más divertido. Pero por lo general las mesas de futbol son más bien feas: objetos que se adquieren por su función lúdica y que difícilmente combinan con la decoración. Teckell, sin embargo, es la excepción de la regla. Esta marca italiana se propuso rediseñar el concepto y convertirlo en un artículo de lujo, moldeado por el talento de diseñadores que saben muy bien lo que hacen.
Nunca antes vi mesas de futbol con un diseño tan cuidado. Fíjense bien: el área de juego es de un cristal que promete resistencia, mientras que los pequeños jugadores son de madera, alumino e incluso oro, dependiendo del modelo. Cuatro diseños diferentes y un aspecto distinguido y poco común. Elegantísimo.
Si el futbol alguna vez intentó ser un deporte de caballeros, el futbol de mesa según Teckell es precisamente para ese tipo de personas. Me imagino estos futbolitos en un cuarto de juegos en que cuatro guapos bien vestidos manipulan el balón sobre la mesa, fuman y beben buen vino, sin sudores de por medio. El cliché es necesario.
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